El
bar
Porto Alegre y el
restaurante Príncipe ofrecen una serie de servicios particulares y muy útiles, como el
desayuno de los sábados, abierto desde las cuatro de la mañana, para permitir que los pasajeros que salen en el primer vuelo puedan irse con todo el confort. En Santo Tomé, toda la comida se prepara en el momento y nada es precocinado, aparte del contar con un
buffet diario.
Entre el ritmo luz-luz y la magnífica
terraza con vistas a la piscina y el mar, se puede pedir el almuerzo y la cena, aperitivos, zumos naturales, salados y para disfrutar los
almuerzos y cenas del bufé y llevarlos al aire libre. En las noches de
barbacoa, la comida se prepara y se sirve junto a la
piscina. No deje de probar el famoso Izaquente, muy similar al arroz con leche.