Pestana Porto - A Brasileira

Al otro lado del río, frente a la Ribeira, las principales marcas de vino de Oporto guardan sus tesoros. Allí podrá disfrutar de una verdadera experiencia sensorial: ver, tocar, oler, degustar y llevarse una botella.

Se trata de un edificio de estructura romano-gótica de los siglos XII y XIII que sufrió algunas transformaciones durante el Barroco. Destacan el rosetón de la fachada, las bóvedas y arcos y las antiguas pilas bautismales.

La impresionante agenda de conciertos, películas y espectáculos compite directamente con la espectacularidad del edificio, un proyecto del arquitecto holandés Rem Koolhaas.

Declarada Monumento Nacional, esta torre es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Su construcción se terminó en el año 1763 según un proyecto del arquitecto italiano Nicolau Nasoni que engloba una iglesia y un museo.

Considerada como uno de los 10 mejores sándwiches del mundo, la “francesinha” es un delicioso bocado que no se puede perder si visita el norte de Portugal. Lleva longaniza, salchicha fresca, bistec y fiambre, y está cubierta con queso fundido y una salsa elaborada a base de tomate, cerveza y piri-piri (guindilla portuguesa).

Vale la pena dar un paseo en tranvía para ver cómo el río Duero desagua en el océano Atlántico. Además del paseo geológico, las cafeterías, los restaurantes y las heladerías, Foz es una de las zonas preferidas de la población más adinerada de la ciudad.

Es el segundo río más grande de la Península Ibérica y brinda un paisaje increíble. Recorra sus sinuosas curvas en un viaje en barco o en tren y aproveche para visitar una zona vinícola por el camino.

Edificio del siglo XIX, con fachada neoclásica. El edificio fue construido durante casi 70 años, tenía seis arquitectos principales, docenas de maestros talladores, yeseros, pintores, albañiles, albañiles y cientos de trabajadores. Visitas guiadas sujetas a reserva.