Es una de las ciudades más bellas del mundo, que enamora a todos sus visitantes. Las calles históricas, los barrios antiguos y los miradores con impresionantes vistas le invitan a descubrir cada rincón de la capital. El río Tajo refleja la luz única de Lisboa, mientras el fado resuena en las plazas con letras de amor y saudade. Este es también el lugar ideal para probar algunos de los mejores sabores de la cocina portuguesa.
Con sol casi todo el año, Lisboa se puede visitar en cualquier estación. En primavera, las calles se tiñen de tonos azules y morados con los innumerables jacarandás en flor. En verano, con los días más cálidos, puede aprovechar para relajarse en una de las terrazas junto al río o sumergirse en el mar en las numerosas playas cercanas a la capital. En estas fechas, no se puede perder las fiestas populares de los Santos, que llenan de alegría la ciudad en el mes de junio.
Si prefiere temperaturas más frescas y mayor tranquilidad, el otoño y el invierno son las épocas perfectas para descubrir la ciudad.
Viajar a Lisboa es siempre fácil y cómodo, ya sea en avión, aterrizando en el Aeropuerto Humberto Delgado; en tren, con las estaciones de Oriente, Santa Apolónia, Sete Rios y Entrecampos, que conectan la ciudad con el resto del país; o en coche, accediendo fácilmente a la capital por la autopista A1 (viniendo desde el norte) o A2 (viniendo desde el sur).
En Lisboa, cada comida es una celebración de sabores auténticos y tradiciones centenarias con ricas combinaciones de pescado, marisco, carne y mucho más. Pruebe platos típicos como el bacalao a Brás, las sardinas a la parrilla o el bitoque, acompañados de vinos de esta región.
Cuando visite la ciudad, no olvide probar las principales especialidades, como el pescado de la huerta y el pastel de bacalao en las tabernas típicas lisboetas. De postre, disfrute con dulces como el famoso pastel de Belém, las queijadas y los travesseiros de Sintra.
Visitar Lisboa es viajar en el tiempo. Descubra el castillo de São Jorge, con sus maravillosas vistas panorámicas, y trasládese al pasado medieval de la ciudad. Desde el castillo, baje por las empinadas calles, entre edificios llenos de azulejos, que le llevarán a la magnífica Praça do Comércio junto al río.
En Belém, descubra el impresionante Monasterio de los Jerónimos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y la Torre de Belém, grandes testimonios de la era de los descubrimientos e impresionantes ejemplos de arquitectura manuelina.
La sierra de Sintra es un paraíso mágico de belleza natural con sus colinas cubiertas de verde y palacios antiguos únicos. Situada cerca de Lisboa, esta región montañosa ofrece un entorno idílico y misterioso de densos bosques, exuberantes jardines, cuevas y monumentos históricos, como el Palácio da Pena y la Quinta da Regaleira. Recorrer los senderos de esta montaña es un viaje mágico, donde la naturaleza y la arquitectura están en perfecta armonía.
