Ha pasado todo el día en el campo de golf y se merece una sabrosa recompensa y, ¿por qué no?, un pequeño capricho. Tal vez una deliciosa ensalada para el almuerzo o un revitalizante sándwich y poner así toda su atención en el juego. Ahora es el momento ideal para sentarse en la sala o en la terraza y disfrutar de las delicias del buffet con comodidad.